“Aquí vivimos en tres siglos:
En Managua es el siglo XXI,
En las ciudades de la Costa Atlántica se vive en el siglo XIX
Y en las comunidades rurales, en el siglo XVIII”
(Monseñor Pablo Schmits, Obispo del Vicariato)
En Managua es el siglo XXI,
En las ciudades de la Costa Atlántica se vive en el siglo XIX
Y en las comunidades rurales, en el siglo XVIII”
(Monseñor Pablo Schmits, Obispo del Vicariato)
Quiero compartir unas imágenes del recorrido que me tocó hacer por otras zonas “temibles” de la parroquia. Atravesando “picadas” (caminos abiertos a filo de machete en medio de la foresta) y “abras” (caminos pateados por caballos y ganado). Durmiendo en iglesias o pequeñas casas “curales” de paja; bañando en ríos, “caños” (quebradas) y ojos de agua; acompañado de laicos admirables que simplemente tienen la misión de conducir al padre sano y salvo hasta la próxima capilla y de aquellos que tiene la responsabilidad de coordinar y animar una zona de la parroquia; comiendo de lo que haya al alcance de los pobladores; admirando el cielo nocturno con unas estrellas tan abundantes y brillantes como nunca había visto; llenando el oído la sinfonía de los cenzontles, las loras, las chicharras, los pericos los congós y los ríos;
Percibiendo el perfume del monte y las flores, bautizando una familia entera convertida del protestantismo; escondiéndome de los bolos que se agarran a machetazos después de una Misa; sintiendo el corazón palpitar a mil cuando casi nos hundimos en la Represa sobre el Rio Pis Pis; agarrándonos del pelo… del caballo… cuando se hunde hasta la barriga en los lodazales; sintiendo en la piel las gotas de rocío, las picadas de pulgas, las heridas del zacate, los golpes de los palos y la caricia de la briza; viendo el entusiasmo de los jóvenes jugando béisbol y los “chigüines” alegres aprendiendo a leer dentro de una escuela de paja …
Esta es Bonanza… esta es nuestra misión…
Esperamos con ansias el apoyo que el Padre Norberto Marroquín nos vendrá a dar en mes de Abril, con una de esas giras. Lo mismo de agradecidos nos sentimos con el apoyo que los laicos de Apastepeque nos han continuado dando, viniendo en parejas a animar nuestra parroquia.